No pienses en hacer "lo que
deberías" hacer. Trata de hacer lo que te atrae; piensa en el misterio y
no en la maestría.
Aunque hayas hecho una obra de arte realmente
espantosa, puede tratarse de un eslabón necesario hacia tu próximo trabajo.
Demos lugar al artista juvenil para que
intente, se equivoque y vuelva a intentar. Recordemos que en la naturaleza toda
pérdida tiene un significado. Lo mismo para nosotros. Bien usado, un fracaso
puede ser el abono que nutra en éxito de la siguiente estación creativa. La
maduración y la cosecha son procesos a largo plazo y no una receta rápida.
La creatividad nunca ha sido sensata. ¿Por qué
habría de serlo? ¿Por qué tú deberías ser sensato?
A lo largo del tiempo, lo que un artista
necesita es entusiasmo, no disciplina.
La ansiedad es un combustible: podemos usarla
para escribir, para pintar, para trabajar con ella.
Como artista mi autoestima proviene de
realizar mi trabajo. No necesito ser rica pero necesito mucho aliento. No puedo
permitir que mi vida intelectual o emocional se estanquen, o mi trabajo
sufrirá. Mi vida y mi temperamento sufrirán: si no puedo crear me pongo de mal
humor.
Una cólera verdadera brota cuando sentimos que
parientes o amigos bien intencionados interfieren en un nivel que impide la
continuación de nuestro arte: reaccionamos como si se tratara de un asunto de
vida o muerte y en verdad lo es.
El arte es una acción del alma y no del
intelecto.
El proceso de creación es un proceso de entrega
y no de control.
No hay comentarios:
Publicar un comentario